Oporto es una de las pocas ciudades del mundo en la que su estación de tren se convierte en una de las estampas más atractivas de la ciudad. La estación de porto São Bento es uno de los puntos de partida de la mayoría de las visitas turísticas.
¿Quieres ver en un espectáculo único la historia de Portugal reflejada en un mural de miles de azulejos? Conócelo con nosotros. ¿Listos? ¿Estamos todos? Pues empezamos.
Llegamos al centro de Oporto. Estamos a punto de visitar una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986 por la Unesco. Cualquier indicador nos señalará la ubicación del porto São Bento de Oporto, situada en la plaza Almeida Garrett. A pocos metros de la plaza da Liberdade y la avenida de Afonso Enriques. Podemos ver como se alza un imponente edificio neoclásico que alberga la terminal ferroviaria.
La estación de tren de Oporto es en la actualidad una de la más transitadas de Portugal. Pero es algo más: el bullicio de miles de pasajeros que viajan en la red de cercanías a localidades como Aveiro, Guimaraes, Braga o Coimbra, o la región de los viñedos, se mezcla a diario con miles de turistas que admiran una estación que se ha convertido en una joya artística. Pero conozcamos el porqué.
La estación de Oporto marca la historia reciente de la ciudad. Los primeros trenes comenzaron a circular a finales del siglo XIX, en el momento que Portugal iniciaba su expansión ferroviaria y se decidió la construcción de una estación central en Oporto.
Hoy en día la estación está en pleno funcionamiento y es uno de los nexos de unión más empleados por los portugueses para llegar a la ciudad del Duero. El proyecto fue realizado por el arquitecto portugués José Marqués da Silva, que construyó un edificio en granito, con un diseño inspirado en el Art Nouveau y en el neoclásico francés.
Al contrario de otras famosas estaciones que se construían en esta época en Europa, la estación de porto São Bento, fue construida sobre las ruinas del antiguo convento de San Bento, destruido en un incendio en 1783 y del que tomó su nombre. La estación fue finalmente completada e inaugurada en 1916.
Pero sin duda alguna, el mayor atractivo de la estación de São Bento está en su vestíbulo, con un mural en sus paredes con más de 20.000 azulejos ilustrados a mano. Las piezas son obra del artista Jorge Colaço.
Relatan diversas escenas de cosecha, de la evolución de transporte y de la historia de Portugal como la batalla de Valdevez, la conquista de Ceuta en 1415 o la visita del rey Juan I con su mujer Felipa de Lancaster a Oporto. Los azulejos del tramo superior son polícromos y de tamaño más reducido, mientras que los demás, con escenas en dos tramos más hacia el suelo, lucen la habitual tonalidad azulada de la cerámica portuguesa.
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La estación Porto São Bento, considerada en todas las clasificaciones turísticas como una de las diez estaciones más bellas del mundo, es uno de los puntos imprescindibles de una visita que se precie en la ciudad. Oporto es una ciudad repleta de rincones mágicos. Hay varios puntos que no debes dejar de visitar. ¿Nos acompañas?
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