Pasear por la Baixa pombalina, la zona reconstruida después del famoso Terremoto de 1755, es regresar a otros tiempos, viajar al pasado y conocer una parte de la ciudad repleta de monumentos del siglo XVIII. En estas calles rectas y con edificios de similar altura se encuentran algunas de las plazas más conocidas. Seguro que te suena Rossio o Comercio, pero quizá no hayas oído hablar sobre la bella plaza del municipio, y sin embargo es el lugar donde se encuentra la sede de los Paços do concelho, el ayuntamiento de Lisboa. Símbolos de poder, edificios señoriales, plazas de otros tiempos y siempre olor a comida rica… ¿Te vienes a Lisboa?
Tiempo de cambios
El 1 de noviembre de 1755 supuso un antes y un después en la historia de Lisboa. Un terremoto de casi 9 grados en la escala Richter junto al tsunami e incendios posteriores destroza por completo la Baixa, la zona cercana al río Tajo y el puerto, arrasando con los barcos del arsenal y el Palacio de la Ribera, las sedes del poder real en Portugal.
En la parte trasera del palacio se encontraba el patio del reloj y las caballerizas, que también se pierden para siempre. En ese momento los grandes ingenieros y arquitectos al servicio del Marqués de Pombal reconstruyen la ciudad, diseñando para esta ubicación un edificio para el poder local, os Paços do concelho, un palacio para albergar la Cámara Municipal o ayuntamiento. El edificio se levanta en 1774 y albergará también la primera sede del Banco de Portugal.
Justo enfrente se levantará un pelourinho, la picota que servía para efectuar castigos e incluso la pena de muerte a los condenados por la justicia civil durante la Edad Media. Esta picota ya no se usaba como antiguamente, sino que será un símbolo del pasado. El monumento que llama mucho la atención en una visita al centro de Lisboa destaca por su columna en espiral, coronada por una esfera armilar, otro de los símbolos de la Era de los Descubrimientos que también podrás ver en el barrio de Belém. Las cadenas y pinchos de hierro sobresalían, para recordar lo que en otros tiempos sucedía con los reos, pero estos fueron desmontados por la reina María II unos años más tarde, dando una imagen monumental alejada de los horrores que se practicaban en los pelourinhos, siempre cercanos a las sedes de poder municipal. De hecho, su colocación en este lugar tenía mucho que ver con la Cámara Municipal y la plaza fue conocida como Pelourinho Novo durante muchos años.
Noviembre maldito
Tras el primer incendio, provocado por el terremoto del 1 de noviembre, la Cámara Municipal se consumió entre el juego en dos ocasiones más. La primera en 1863, pero la última ¡en 1996! Y es que hablar de Lisboa es hacerlo de una ciudad que ha sufrido mucho los envites del fuego desde su fundación. Muchos edificios tienen estructura de madera, por lo que la propagación de las llamas es inmediata, como sucedió hace tres décadas en el Chiado, completamente arrasado en 1988 pero reconstruido de manera eficiente para el disfrute de locales y viajeros. Conoce todo lo que sucedió de la mano de los mejores guías en nuestro Free Tour Lisboa Imprescindible.
El incendio del 19 de noviembre de 1863 acaba con el palacio y deciden construir un nuevo edificio que se levanta definitivamente en 1880. La Cámara Municipal se convierte en escenario de revueltas durante la instauración de la I República en 1910, pero también será un punto estratégico durante la famosísima Revolución de los Claveles en 1974.
El edificio parece estar gafado o marcado por alguna maldición, pues el 7 de noviembre del año 1996 la segunda planta del ayuntamiento se incendia. La reconstrucción tiene mucho que ver con los planos originales, alterados en la construcción del siglo XIX y se eliminan adornos innecesarios para dar a los Paços do concelho una imagen decimonónica, sobria y de arquitectura neoclásica, rescatando elementos simbólicos y guiños a la masonería.
El ayuntamiento cuenta con 3 plantas, 7 puertas y el mismo número de ventanas en la parte superior. Las columnas están rematadas por capiteles clásicos y un frontal triangular en cuyo interior se encuentran imágenes alegóricas del amor a la patria o la libertad entre otras. En el interior destacan las escaleras y como no, la cúpula de hierro y cristal, visible desde todos los miradores de la ciudad. No te pierdas el Free Tour si quieres conocer cada detalle…
¿A qué no lo sabías?
Cada 5 de octubre a las 10 de la mañana se alza la bandera portuguesa en recuerdo del día y hora en que se proclamó la I República portuguesa en el año 1910.
Es curioso que el primer edificio fue diseñado por Eugenio da Silva, el segundo por Parente da Silva y la definitiva reconstrucción por el arquitecto Silva Días, un apellido muy común.
La cámara municipal servirá de alojamiento a los reyes a finales del siglo XVIII cuando el palacio viejo de Ajuda se incendia por completo (aunque no era muy difícil teniendo en cuenta que era completamente de madera). Desde luego a los bomberos no les faltó trabajo en esta ciudad.
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¿Qué hacer en los alrededores?
Conocer el pelourinho y la Cámara Municipal, visitar el Museo del Dinero (el único gratuito de la ciudad de lunes a sábado junto al museo de la GNR en el Largo do Carmo), experimentar la mejor gastronomía en el cercano Mercado da Ribeira, salir por la noche al son de la música en Pink Street o simplemente comer un buen pescado a la brasa en cualquiera de los cercanos restaurantes son un placer que tienes que vivir.
Un viaje a Lisboa bien merece que te expliquen todo con detalle y más si hay un equipo de guías que te harán sentir la historia, curiosidades y anécdotas como nadie. Solo tienes que pasarte por la cercana Plaza del Comercio, participar en el Free Tour y dejarte llevar. ¡Te esperamos!
