
Free Tour Lisboa
Déjate seducir por el encanto de Lisboa
Seguro que estudiaste o te suena que los reyes españoles dominaron en Portugal durante más de medio siglo. Sabrás también que los dos países tienen una historia muy similar, pero que durante mucho tiempo fueron enemigos acérrimos. Los portugueses han exaltado cada victoria contra Castilla y España en diversos monumentos a lo largo del tiempo. Uno de los mejores ejemplos se encuentra en el centro de Lisboa, junto a la Baixa pombalina. Allí se alza un majestuoso obelisco que recuerda la restauración de la monarquía lusitana, en el centro de la plaza de Restauradores. El conjunto muestra un recuerdo del siglo XVII y a su vez una exaltación patriótica portuguesa, que conmemora las victorias contra los españoles entre 1640 y 1668, los 28 años de batallas que acabaron decantando la balanza al bando portugués. ¿Quieres conocer más? Solo tienes que continuar leyendo…
Una historia de varios siglos
El reino de Portugal comienza sus andanzas en el siglo XII y desde el momento de su creación cuenta con pactos matrimoniales con las principales monarquías europeas, en especial Francia, Inglaterra, Castilla y Aragón. Tras la importante batalla de Aljubarrota, en la que Portugal derrota a Castilla se mantienen años de tensión entre ambas casas reales. Con la llegada de los Reyes Católicos comienza un pacto matrimonial entre sus hijas y Manuel I, el rey que levantó el Monasterio de los Jerónimos o la Torre de Belém. Años más tarde, en 1580 muere sin descendencia el rey Sebastián de Portugal y un familiar lejano, Felipe II de España, reclama sus derechos sucesorios y decide apoderarse de la capital y por ende de todo Portugal.
Durante 60 años la monarquía filipina fue la dueña y señora del mundo, pues el vasto imperio español suma las colonias portuguesas, en aquellos tiempos donde no se ponía el sol para los famosos Austrias. Pero todo cambia el 1 de diciembre de 1640, cuando los portugueses se cansan de los mandatarios extranjeros y defenestran a Miguel de Vasconcelos, el gobernador portugués impuesto por Felipe IV. En ese momento comienza la guerra de restauración, una serie de enfrentamientos que se alargarán durante 28 años hasta que España reconoce la independencia de Portugal, en un contexto claramente desfavorable para la monarquía.
No será la última vez que el país es invadido, pues la connivencia de la monarquía española con Napoleón lleva a la Guerra de la Independencia entre Portugal, Francia, España e Inglaterra. Este hecho también llevó a la independencia de Brasil, pero eso ya es otra historia que conocerás en Rossio junto a nuestro equipo de guías durante el Free Tour Lisboa Imprescindible.
La conmemoración de la victoria
La plaza de Restauradores se levanta en 1884, a la vez que la recién construida Avenida da Liberdade. Tan solo dos años más tarde se coloca un impresionante obelisco de 30 metros de altura en el centro de la plaza. El 28 de abril de 1886, el rey Luis I inaugura el monumento con solemnidad y pompa debido a la conmemoración de un momento tan importante para los portugueses como fue la llegada de la dinastía Braganza, quienes serían los últimos reyes de Portugal hasta la llegada de la I República en 1910. Recuerda que puedes visitar muchas de sus tumbas en la Iglesia de San Vicente da Fora, levantada casualmente en tiempos de Felipe II.
El monumento está flanqueado por dos impresionantes figuras de bronce en el pedestal. La primera representa a la victoria con la laureada y una palma, mientras que la otra es una alegoría de la libertad, y mira casualmente a la Avenida da Liberdade.
¿A qué no lo sabías?
El monumento se levantó por suscripción pública y hubo varios diseños. En 1871 pensaron en colocar una placa frente al lugar donde murió Vasconcelos y comenzaron las revueltas, pero no triunfó por ser “poco patriótico”, así que se organizó una comisión para elegir ubicación, recaudar el dinero suficiente y elegir un diseño que conmemorase las batallas ganadas.
La plaza de Restauradores fue el primer lugar donde se izó la nueva bandera portuguesa, de color verde y rojo, que sustituye a la azul y blanca, símbolo de la monarquía. Casualmente este acto tuvo lugar el 1 de diciembre de 1910, en el 270 aniversario de la Restauración.
¿Qué ver en los alrededores?
Además de la imponente plaza y su obelisco, en la misma plaza tienes muchos atractivos para complementar tu visita. En un lado se alza el palacio da Foz, una antigua mansión de color rosa que llama la atención a todos los visitantes y donde puedes encontrar una oficina de turismo si quieres un plano de la ciudad o información extra, aunque te aseguramos que en nuestro Free Tour te desvelaremos muchos de los secretos y curiosidades de Lisboa.
A un extremo del palacio verás gente haciéndose fotografías, y es que allí se encuentra el Elevador da Gloria, uno de los funiculares fabricados por el mismo ingeniero que diseñó el famoso Elevador de Santa Justa que también conocerás con nuestro fantástico equipo. Justo enfrente puedes probar un riquísimo pastel de nata en la Fábrica de Natas, una de las tiendas más conocidas de la Baixa. Verás la calzada portuguesa y conocerás el monumento a los calceteiros, los artesanos que trabajan la piedra para hacer algunos de los dibujos más bellos en el pavimento y también tendrás tiempo para conocer la estación de Rossio, la joya arquitectónica que nos lleva a otros tiempos de viajeros y espías.
Todo ello y mucho más te esperan en el Free Tour, solo tienes que venir a la Plaza del Comercio, buscar nuestros paraguas verdes y empezar a disfrutar. ¿A qué estás esperando?