Si estás preparando una escapada a Lisboa, hay una zona que no puede faltar en tu hoja de ruta. Hablamos del barrio de Alfama, ese laberinto de calles empinadas y sinuosas que, sin lugar a dudas, no te dejará indiferente.
¿Quieres saber más acerca de este barrio de la capital portuguesa? Quédate leyendo y podrás apuntar ideas y recomendaciones acerca de qué ver en Lisboa. ¡Empezamos!
La Alfama es el nombre de este antiguo barrio de Lisboa asentado a pie del Castillo de San Jorge –fortaleza y antiguo palacio real que, desde lo alto de la colina, nos regala una de las vistas más espectaculares de la ciudad.
La etimología del nombre de Alfama tiene su origen en la palabra alfamm, derivado del término árabe al-hamma, que significa fuentes o baños.
Efectivamente, hasta que se levantó el Acueducto de las Aguas Libres, Alfama era zona de manantiales con un caudal abundante. Estas aguas fueron utilizadas como baños termales públicos y, en las postrimerías del siglo XIX, recibieron la denominación oficial de aguas medicinales.
Su caprichoso trazado de calles tortuosas, tan típicas de los barrios históricos medievales, hacen las delicias de los visitantes que se adentran en ellas. Dar un paseo dejándose llevar por el encanto de Alfama, sin rumbo determinado, es una experiencia muy agradable.
A lo largo de la historia, Alfama ha sido lugar de residencia de musulmanes, judíos y cristianos, como nos cuentan los vestigios arquitectónicos de cada comunidad que aún perviven en el barrio, como iglesias, baños o juderías.
Otra de las comunidades que ha participado activamente en la evolución de Alfama es la de los pescadores, oficio de larga tradición en la capital portuguesa. A los esfuerzos de la gente de mar se deben construcciones como la Ermita de los Remedios y el hospital situado en sus aledaños.
Ya en el siglo XX, época de hechos históricos tumultuosos, Alfama cae en decadencia durante la larga dictadura del Estado novo y no es hasta los años 90 cuando se comenzó a invertir en esfuerzos para recuperar este antiguo barrio, que en ese momento era una de las áreas más deprimidas de Lisboa.
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Si por algo se conoce Alfama es por sus casas de fados. Es más, este barrio puede presumir de ser una de las zonas en las que se originó el fado, el género musical portugués por excelencia. Este tipo de música de reconocimiento internacional floreció en los barrios más pobres de la ciudad.
La historia sitúa el origen de los fados en Lisboa a mediados del siglo XIX, donde los residentes de los barrios más humildes cantaban fados en la calles, tabernas y patios de Mouraria, el Barrio Alto y Alfama.
A día de hoy, el barrio de Alfama no solo alberga algunas de las mejores casas de fados en Lisboa, sino que también es sede del museo que conmemora la larga tradición de este melancólico y bellísimo estilo de música portuguesa: el Museo del Fado.
Para acceder a la Alfama se puede llegar a bordo del tranvía número 28. Pero si te gusta pasear y no te dejas intimidar por alguna que otra cuesta con pendiente generosa, también puedes ir a pie. Ambas opciones serán experiencias inolvidables que te harán disfrutar del ambiente lisboeta.
Tanto si decides tomar el tranvía como caminar hasta el barrio de Alfama, te aseguramos que la subida merecerá totalmente la pena, ya que la ubicación elevada de esta zona te brindará como recompensa unas vistas privilegiadas de la ciudad en diversos puntos y miradores. ¡No te arrepentirás!
A veces, cuando viajamos, hay lugares que invitan a perderse y Alfama es uno de ellos. Explorar a pie este barrio es una manera estupenda de sentir y apreciar el ambiente tan especial que destilan sus rincones. ¡Acompáñanos en nuestro tour de Alfama y Mouraria!
Y si tienes curiosidad por conocer a pie las zonas imprescindibles de la capital portuguesa, ¿por qué no te vienes al free tour de Lisboa? Conocerás la ciudad muy de cerca y de la mano de guías expertos. ¿Te animas?
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